Como toda recomendación de Agustí Vehí, nuestro profesor favorito, no debe quedar en el olvido.
Cuidado con los listos, aunque "Su misma certeza los aniquila".
Un poema de Álvaro Mutis (1923).
BALADA IMPRECATORIA CONTRA LOS LISTOS
Ahí
pasan los listos.
Siempre
de prisa, alertas, husmeando
la
más leve oportunidad de poner a prueba
sus
talentos, sus mañas,
su
destreza al parecer sin límites.
Vienen,
van, se reúnen, discuten, parten.
Sonrientes
regresan con renovadas fuerzas.
Piensan
que han logrado convencer,
toman
a sonreír, nos ponen las manos
sobre
los hombros, nos protegen, nos halagan,
despliegan
diligentes su abanico de promesas
y
de nuevo se esfuman como vinieron,
con
su aura de inocencia satisfecha
que
los denuncia a leguas.
Jamás
aceptarán que a nadie persuadieron.
Porque
cruzan por la vida
sin
haber visto nada,
sin
haber escuchado nada,
sin
dudas ni perplejidades.
Su
misma certeza los aniquila.
Pero,
a su vez, también sus víctimas
suelen
olvidarlos, confundirlos en la memoria
con
otros listos, sus hermanos,
tan
semejantes, tan deprisa siempre,
tratando
de ocultar a todas luces
el
exiguo torbellino que los alienta
a
guisa de corazón.
Todo
cuidado, toda prudencia,
de
nada valen con ellos,
ni
vienen a cuento.
Su
efímera empresa, al final,
ningún
daño logra hacernos.
Los
listos, os lo aseguro, son inofensivos.
Es
más, cuando me pregunto
adónde
irán los listos cuando mueren,
me
viene la sospecha de si el limbo
no
fue creado también para acogerlos,
sosegarlos
y permitirles rumiar,
por
una eternidad prescrita desde lo alto,
la
fútil madeja de su inocua cuquería.
Ignoremos
a los listos y dejémoslos
transitar
al margen de nuestros asuntos
y
de nuestra natural compasión
a
mejores fines destinada.
De
los listos no habla el Sermón de la Montaña.
Esta
advertencia del Señor, debería bastarnos.
De
Summa de Maqroll el Gaviero (1973)
Volumen
editado por Carlos Barral, que contiene la poesía de Mutis escrita entre 1948 y
1970. Como prólogo se incluye un exhaustivo ensayo de Juan Gustavo Cobo Borda
sobre la poesía de Mutis.